El estudio de Penelas aborda la rehabilitación de una vivienda de arquitectura tradicional en el interior de la provincia de Lugo.
Como es característico en esta área, el inmueble consiste en un volumen compacto de cubiertas sencillas que albergó en origen ganadería doméstica en planta baja y vivienda en planta alta, con un pequeño cobertizo auxiliar, y un horno anexo. El reto de proyecto es conseguir su rehabilitación funcional del modo más práctico y económico, aprovechando las obras ya realizadas de consolidación de muros y de cubierta.
En su interior ha sido retirado el forjado y la mayor parte de las vigas, restando algunos dinteles de madera embebidos en los muros de carga, que dividen el edificio en cuatro crujías, de las cuales sólo dos se comunican en planta baja y tres en planta superior. La altura resultante es escasa para resolver en dos niveles, sin embargo, es asumida por la propiedad, habiéndose planteado rebajar la cota cero aprovechando la construcción de un forjado sanitario sobre encofrado prefabricado plástico.
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planta baja |
La funcionalidad en planta baja comprende el programa básico de vivienda, permitiendo prescindir del uso de la planta superior, lo cual supone un ahorro energético y una ventaja en términos de movilidad.
En las antiguas cuadras grandes se plantea una cocina salón comedor que resulta dividida por un muro de propiedades estructurales en el que se disponían los comederos del ganado, y al que se pretende reconocer un valor escultórico y compositivo. Este muro precisamente servirá de apoyo a la nueva escalera.
Estos espacios vivideros aprovechan un espacio a doble altura, lo cual compensa la escasez y pequeña dimensión de los huecos en el nivel de planta baja.En una de las crujías se disponen dos dormitorios, a los cuales se accede desde el salón.
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planta alta |
En la planta alta, se dispone sólo una estancia, con el tercer dormitorio de la vivienda.
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alzados exteriores del punto de partida |
Se procura en todo momento aprovechar los huecos existentes en los muros de carga, tanto en la envolvente exterior como en los interiores, lo cual, aunque responde a criterios de economía de medios, condiciona enormemente la distribución interior.