domingo, 11 de mayo de 2008

guardería en Ares





 


 nos rodeamos de objetos que escogemos porque sean útiles y cómodos, diseñamos un escenario del que queremos formar parte, no hay sin embargo dos que sean iguales.
un jardín de infancia debe mirar a los niños de modo que ellos puedan, a su vez, mirarse en él.
 
 Proyectar una guardería debería ser un juego serio y ameno capaz de llegar a los más pequeños.

    
                                                                                                Manteniendo una voluntad de diálogo y respeto por el contorno de Ares, se busca dar una imagen singular dado al uso docente que va a albergar. Para conseguir esta relación, la escala y dimensiones van a ser fundamentales.
 
 
Se busca un esquema sencillo de funcionamiento que sepa aprovechar lo que el lugar nos ofrece.
 
El edificio ocupa la parcela sumando volúmenes fácilmente identificables, dando lugar a espacios intersticiales de transparencia, intercambio y relación.
 
 
 La guardería se va a disgregar a lo largo de la parcela, emergiendo pequeñas cabañas de distintos colores, fácilmente asimilables por los niños.
Esta forma de asentarse sobre la parcela  permitir la generación de espacios de juego para los pequeños, pequeños patios con diferentes grados de privacidad y protección.
 



 Otro eje fundamental en la implantación sobre la parcela es el soleamiento y la orientación. Disponemos las aulas en el linde norte de la parcela con el objeto de liberar la mayor parcela soleada y sin sombras posible. Cerrando las aulas al ruido de la carretera norte y abriendo el patio de juegos al sur. Como necesitamos controlar y  regular el sol del sur dispondremos la galería de juegos entre éste y las aulas, controlando de forma natural la temperatura y el soleamiento. 
 

 
Las chimeneas son un lucernario que nos sirven para poner una sonrisa en el proyecto, una ventana  desde la que ver el cielo, acentuando el volumen de las aulas, e integrando su funcionalidad con el volumen del proyecto. Se ha realizado un esfuerzo para liberar el mayor patio de juegos exterior posible, urbanizando y conectando con la parcela A (equipamiento de sistema de espacio libre) que puede completar y servir de apoyo a la guardería, pero también a la villa, carente de espacios de ocio especialmente diseñados para los pequeños.
 

 


 El esquema funcional de la guardería es sencillo. Se accede por la entrada principal situada en el Este, retranqueándonos
 sobre la cubierta para marcar la entrada y dejar una pequeña zona de aparcamiento. El acceso nos conduce directamente al vestíbulo y a la galería de juegos que gira en torno al patio exterior, articulando todo el edificio siendo accesible desde todas las aulas así como desde la sala polivalente. De este modo todos los espacios generan su propio volumen que podemos apreciar tanto interior como exteriormente.
Al final nos encontramos con el comedor o aula polivalente, que cuenta también con su propio volumen, al igual que las instalaciones situadas inmediatamente a continuación contando con su propio acceso de servicio. En resumen, la guardería se articula en torno al patio de juegos, por el que se controla la luz y que cose los distintos espacios.
El carácter dinámico se plasma en las cubiertas, que, de forma muy sencilla, muestran los distintos niveles y ponen el valor el conjunto.