sábado, 12 de abril de 2008

reforma de apartamento

La renovación de los acabados puede cambiar por completo la imagen de un espacio.


Controlar la economía de medios es vital para sacar partido a inmuebles de segunda mano, de esa forma se aprende a descubrir un potencial capaz de despertar lugares abandonados.


El apartamento en cuestión se escogió por contar con una amplia fachada al exterior, en relación a su superficie. 
Sus acabados (moqueta y papel pintado) habían envejecido mal, desmereciendo el lugar con una muy mala presencia. La propuesta, cuyo objetivo era obtener un económico lavado de cara se ha centrado en la renovación de estos materiales.

 El papel pintado de los paramentos fue retirado manualmente, humedeciendo toda la superficie. Bajo él, se descubrieron algunos desconchados, irregularidades en el enfoscado, e incluso una importante grieta en el muro medianero. 
Todos estos desperfectos fueron reparados de modo individual, es decir, no se renovó el enfoscado de la pared por completo, sino que se atendió a los puntos críticos.
La presencia de esta grieta, en el centro del vano, conduce a pensar en el asiento de la estructura, habiendo cedido en parte la viga perimetral hasta romper el tabique de ladrillo. Al retirar los cascotes, quedó al descubierto la cámara de separación entre los dos edificios, de construcción contemporánea y características similares.

 En cuanto a la pintura, se optó por respetar el color original verde azulado, de carpinterías y zócalo. 
En un fondo blanco, fueron los huecos precisamente los que inspiraron el detalle en verde más claro de una franja que recorre parte de dos paredes en L.
A todo esto, se añade el contrapunto de una pared roja al fondo de la estancia más profunda, aportando cierta calidez a la combinación de blanco y verde.
Las puertas, que tienen gran presencia, juegan así mismo con estros tres colores: blanco, verde y rojo.

Una vez conseguido renovar los paramentos y carpinterías, conviene atender al pavimento.
 La moqueta continua ha sufrido desgaste, quemaduras, desgarros y manchas imposibles de reparar.

Se decidió en este caso, aplicar una limpieza y desinfección profundas, con el fin de aprovechar esta moqueta como lámina aislante sobre la que poder instalar una tarima flotante.
Este suelo continuo de madera fue instalado sin cortes entre las tres estancias a renovar, reproduciendo las formas de las molduras de los marcos de las puertas.
La instalación de las lámparas continúa con el juego de pauta de los huecos en fachada, instalando un pequeño foco en cada uno de ellos, que combinan los tres colores de trabajo.
Además, en cada estancia se instala una lámpara central.







El mobiliario escogido consiste en una composición en DM blanco, que evita competir con las carpinterías de puertas y ventanas.
Dos grandes mesas en L dominan la estancia principal, y una estantería - armario recorre la pared de mayor longitud aportando unidad a los espacios divididos por la puerta doble corredera.